¿Qué hay que tener en cuenta para lograr un césped verde, vigoroso y protegido durante el invierno? Con esta siembra al voleo se protegen los rizomas del pasto de las quemaduras por el frío y las heladas. ¿Por qué se debe resembrar cada año? ¿Usamos semilla anual o perenne? ¿Cómo es el paso a paso? ¿Qué consejos debemos tener en cuenta?⁠ Transcribimos los conceptos más importantes de este vivo. 

Una vez más, le cedimos cámara y micrófono a nuestra paisajista preferida. María Laura Vidal Bazterrica alias @itasflowers, hizo un take over de nuestra cuenta para hablar sobre la resiembra otoñal. Sabemos que durante el otoño las tareas más importantes son la división de matas (las herbáceas, por ejemplo) y la resiembra. Veamos de qué se trata.

Primer dato, la grama brasilera, grama bahiana, no se resiembra porque sino en la primavera competirá con el la de resiembra (el secreto para esta especie es dejarla alta, cortarla una vez cada veinte días para no debilitar el follaje). En cambio, la bermuda y el kikuyo necesitan ser resembrados. Resembrar quiere decir volver a sembrar sobre una carpeta ya existente, o sea un césped. En otoño, cuando empiezan a bajar las temperaturas, y empieza a hacer un poquito más de frío, con una temperatura de 20 a 22 grados, es el momento ideal para resembrar. Para acordarnos, en general, suele coincidir con el período posterior a Semana Santa.

¿Por qué es aconsejable resembrar en esta época del año? Con la resiembra se la da nueva vida a esas raíces en el suelo que no se ven. Si no se resiembra, las heladas podrían lastimar mucho los rizomas. Además de que así se ayuda estéticamente a conservar el tono verde del jardín, estaremos protegiendo al mundo vegetal que se encuentra debajo de la superficie: microorganismos que trabajan en la descomposición de partículas que formarán el alimento de las especies. Este sustrato es indispensable para protegerse también de los cambios climáticos.

Paso a paso

1- Micronivelar: corregir declives y pozos. Se utiliza en partes iguales compost o tierra abonada y arena. Se mezcla y se desparrama hasta una altura de cinco centímetros. Si tengo que rellenar una altura superior a cinco centímetros, entonces se deberá levantar el pan de pasto y colocar esta mezcla debajo para no matar el rizoma. También se puede hacer la nivelación en etapas: 2 o 3 centímetros ahora, y otro tanto en primavera. Importante: no usar tierra negra porque trae malezas.

2- Cortar bien bajito el césped, casi al ras. Comprar la semilla de Raygrass. Existen dos variedades: la anual, que cumple un ciclo que puede ser de tres meses, cuatro meses, ocho meses, un año; o la perenne, se aplica una sola vez y se resembrará solo todos los otoños. La semilla anual brota muy rápido, la perenne necesita un poco más de mantenimiento. En espacios muy grandes (una cancha de golf, un campo, un jardín muy grande) convendrá colocar semilla perenne y reforzarla por si alguna semilla perdió su valor germinativo.

En jardines más chicos, es conveniente usar la semilla anual. Proporción: 4 a 5 kilos de semilla cada 100 metros cuadrados. Al comprar la semilla, guardar un cuarto para utilizarlo después, cuando veamos que hay un 10% de esa semilla que no prendió. La semilla debe ser fresca, de ese mismo año, para que no haya perdido el valor germinativo.

3-Revisar el pronóstico y aplicar la semilla si no hay lluvia en los próximos cinco días para que ésta no se lave. Puedo usar la misma arena que compré para micronivelar y mezclarla con la semilla antes de sembrarla para que se pegue a la arena, no se vuele y así se mantenga la humedad. Dividir el jardín en filas con estacas y piolín, y aplicar la semilla al voleo, tanto en filas verticales como en horizontales para cubrir toda la superficie.

4- Fertilizar con un arrancador que facilitará su crecimiento. Por ejemplo con fosfato de amonio que se compra en viveros y en agropecuarias. Cada 100 metros cuadrados, compro 5 Kg de semilla y medio Kg de fosfato de amonio. Lo puedo aplicar después de sembrar, a los 15 días, o una semana antes. Cada uno hará su propia receta, lo que le resulte mejor.

5- Regar. Como brota por humedad de suelo y no por cantidad de agua, se recomienda regar suave una o dos veces por día y no pisar. Siempre a la mañana o a la tardecita.

A los cinco o seis días se asomarán los primeros pastitos verdes. Cuando ese primer césped tenga más o menos 10 centímetros, o ya se empiece a doblar, ahí cortar esa resiembra en lo posible con bordadora. Después del primer corte, resiembro con esa semilla que guardé en los lugares que no brotó. Después de esto ya se podría pisar el césped de vuelta. Esta semilla funciona a pleno sol, sombra y a media sombra. Esto permite tener un jardín con pasto verde durante el otoño-invierno. Con los primeros calores, desaparecerá esta semilla porque no le gusta el calor. A la semilla anual que volverá en primavera la debo ayudar a emerger con un shock de fertilizante.

En espacios muy grandes, como un campo, y si no queremos gastar demasiado, lo aconsejable es resembrar en el perímetro de la casa, así lograremos un jardín prolijo con poco presupuesto.

Tip importante

Cuando viene el jardinero a cortar el pasto, asegurarse de que desinfecte las cuchillas con lavandina, con cloro, con alcohol antes de cortar el césped. Así evitaremos que filtre en el jardín algún hongo o bacteria que trae de otro.