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Texto: María Stellatelli – Fotos: Rosario Lanusse

Después de meses de pensarlo y repensarlo, de fotos, de cocina y de mucho trabajo, llega Dulce y salado hogar; un libro que hace honor a las tradiciones más simples de nuestras familias, ésas que nos reúnen alrededor de la mesa y que se convierten en la mejor excusa para fabricar recuerdos. Fotos, recetas y momentos para compartir y llenar el alma y el corazón.

“Colocar en un bowl la levadura desgranada con el azúcar y el agua tibia. Tapar y dejar descansar hasta que comience a burbujear. Aparte, colocar en la mesada la harina junto con la sal. En el centro, poner la levadura ya fermentada y amasar…”.

La receta para un delicioso pan casero. Ingredientes justos, atención en los detalles, paciencia y una cuota de amor. Todos ellos son necesarios para que la lista de materia prima llegue a ser un humeante y esponjoso pan. Un proceso que lleva su tiempo y que requiere poner las manos en la masa. Ensuciarse, ensayar, hacer la prueba y corregir el error. Hasta que en un momento preciso el pan sale tal y como lo soñamos, invitando a toda la familia alrededor de la mesa.

Dulce y salado hogar se asemeja a un pan. A ese casero proceso de amasar con paciencia y amor para luego reunirnos a todos en torno de la mesa familiar. Un libro que nos retrotrae a la mismísima esencia de nuestros antepasados; a las cálidas manos de nuestras abuelas y abuelos, a los abrazos de nuestros padres, a los momentos de juego con hermanos y con hijos.

Empezó como un sueño, como empiezan siempre estas cosas. Sus ingredientes: exquisita fotografía, recetas especialmente elegidas, un food-styling único y el amor inspirado por las familias de sus autoras. Dulce y salado hogar comenzó siendo primero otro libro, Sabor a hogar, que se regaló a los propietarios de las primeras Eidico Casas como parte de la entrada a esa nueva vida en un hogar propio. Pero el proyecto pedía a gritos más, y las fotos de Rosario Lanusse y la cocina de Tania Schäfer encontraron en Editorial Logos el sello que estaban buscando. “María Correa Luna quien estaba a cargo de la colección Familia de Logos vio el libro y se enamoró. Ella fue nuestra carta de entrada en Logos”, cuentan.  Lourdes García Traverso, Directora de Arte de Tigris y diseñadora de la primera versión se sumó al proyecto y completó a esta dupla, con sus valiosísimos aportes de estética, producción y diseño. “Y no podemos dejar de agradecer a Gráfica Valmar que creyó en nosotras, en nuestro sueño y se cargó la impresión de este libro al hombro”, concuerdan.

Así nació una versión más completa y definida, con impronta fuerte y un trabajo más exigente. “Disfrutamos de la revancha de poder reeditarlo y que puedan tenerlo todos”, cuentan con satisfacción y emoción por el trabajo realizado. Horas y horas compartidas con sus familias y amigos fueron llenando de color estas páginas. Las recetas, algunas propias, otras tradicionales de sus abuelas y de las abuelas de éstas, algunas más compartidas por chefs y aficionadas a la cocina. Dulces, saladas; instantáneas y más largas. Una a una se fueron acomodando en un lugar propio y pensado dentro del libro.

Cada capítulo de esta obra hace honor a y es una excusa para disfrutar los distintos momentos que compartimos con nuestras familias y amigos. Desde la cocina de nuestras mismísimas madres y abuelas, con sus tips y prácticos consejos, hasta los divertidos días en los que vemos a papá en la cocina y con las manos en la harina. Recetas para picnic, otras para la hora del té, y algunas más para celebraciones. Y la lista sigue…

Todos los instantes que compartimos con nuestros padres, hijos y amigos, algunos más cotidianos y otros en fechas especiales, construyen nuestra caja de los recuerdos y de los aromas. Sean cuales sean los motivos para esos encuentros y momentos compartidos, vale la pena recordarlos, tenerlos en la mente y volver a generarlos de cuando en cuando, porque son estos los que dan sentido y color a nuestros vínculos. Y como es tradición en nuestro país, los momentos con nuestros seres queridos van siempre acompañados de ricos sabores. Por eso, en Dulce y salado hogar se eligieron recetas para ilustrar cada uno, para sonreír al recordar esos instantes e invitar a generar una vez más espacios de encuentro y, por qué no, de juego.

EN FAMILIA Y PARA LA FAMILIA

Dulce y salado hogar es un libro para la familia, pero también fue hecho por familias. Y es que nada hubiera sido igual si las familias de sus autoras no hubieran participado en el paso a paso de esta obra. Se los invitó a participar, a degustar, a ensuciarse ellos también las manos. Se los invitó a posar y luego a comer. A querer este proyecto como propio.

Trabajo terminado, panzas llenas y todavía faltaba limpiar. Las paredes, salpicadas de harina. Los platos, apilados al lado de la pileta, algunos propios y otros, prestados. Todos cansados pero contentos. Es lo que reflejan las páginas finales de este libro en las que, a modo de pequeño álbum, se ven las sonrisas y las manos de grandes y chicos, de abuelas, de amigos, de primos.

La tapa es familia, es color, es sabores. Color que contagia la alegría de un hogar con corazones que vibran y se quieren. Familia numerosa, de edades varias, y dispuesta a compartir un plato de comida. Dulce y salado hogar es un libro que, como bien sostienen sus autoras, busca “izar una bandera por los lazos familiares”.

+INFO

Con prólogo de Maritchu Seitún, Dulce y salado hogar es un compilado de detalles, que sumados unos con otros transforman una casa en hogar.

Web: www.dulceysalado.com.ar

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