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A los chicos hay que enseñarles a valorar el dinero y, a medida que crecen, darles pautas sobre cómo administrarlo. Debemos inculcarles el ahorro para llegar a un objetivo deseado, por mínimo que sea. Hábitos básicos que los acompañarán toda la vida.

Texto: Mónica Fernández – Ilustración: Lu Paul

Algunos conceptos parecen tan básicos, que creemos que no hace falta siquiera explicarlos: pagar una cuenta, cobrar el salario, retirar dinero de un cajero. Sin embargo, para los chicos no es así de sencillo, y el tema es tan importante a futuro, que merece que le dediquemos un tiempo especial dentro de la educación que les damos a nuestros hijos.

Pensemos cuántas veces escuchamos a chicos asegurarnos que vayamos a un cajero si no tenemos dinero, como si los billetes se reprodujeran ahí adentro por arte de magia. Cuántas veces confunden la palabra “cobrar” con “pagar”, o creen que no hace falta tener efectivo para comprar un juguete, ¡si para eso está la tarjeta de crédito!

Incentivar a los chicos a manejar aspectos básicos de las finanzas personales es un rol que deben asumir con responsabilidad los padres. Lo que se aprende de chico se absorbe mucho mejor. Se trata de una apuesta a futuro que debe ir acompañada del ejemplo de los padres.

Lo primero es enseñarles, desde temprana edad, el valor del dinero, el esfuerzo que conlleva conseguirlo y, por lo tanto, la necesidad de cuidarlo y de elegir en qué gastarlo según las prioridades que tenga la familia. Debemos inculcarles la importancia del ahorro. Probablemente ésa sea la mejor lección que podamos legarles para que de adultos sean financieramente responsables.

“Nunca es demasiado temprano para ayudar a los hijos a adquirir hábitos financieros sanos”, señalan desde El futuro en tus manos, una organización sin fines de lucro que, patrocinada por el banco norteamericano Wells Fargo, trabaja sobre este tema. “La mayoría de los niños está interesada en el dinero y reconoce que su administración es un paso importante hacia la madurez. Si habla con ellos de las finanzas personales, aprenderán a elegir cuando se les presenten varias opciones y a planificar sus gastos”, argumentan.

En la Argentina, el Gobierno Nacional creó un portal dedicado específicamente a la educación financiera (www.invertir.gob.ar). Si bien está destinado a un público adulto, tiene material interesante que los padres pueden consultar para luego transmitir a sus hijos. También algunos bancos tomaron la delantera en la educación financiera de los más chicos. Desde Banco Macro, por ejemplo, desarrollan talleres especiales en torno a los cuatro comportamientos económicos principales: ganar dinero, consumir, ahorrar e invertir.

“En Banco Macro estamos convencidos de que el progreso económico del país comienza por el bienestar y la inclusión financiera de personas y familias, y no basta con acercar el sistema financiero, sino que se deben desarrollar conocimientos, aptitudes y habilidades que les permitan utilizarlo de manera segura y beneficiosa”, explicó Milagro Medrano, gerente de Relaciones Institucionales de Banco Macro. El programa se llama Cuentas Sanas para tu Futuro. “A través de los talleres, se busca abordar la importancia de fijar metas y de usarlas como referencia para tomar las decisiones (presentes y futuras) sobre el dinero, comprender los productos y servicios bancarios e inculcar la utilidad de controlar y mantener el equilibrio entre ingresos y gastos, consumiendo de manera inteligente”. El taller que ya se dictó en cuarenta y ocho ciudades de trece provincias es para jóvenes de entre 16 y 24 años.

ESTRATEGIAS AD HOC

  • Una vez reconocida la importancia de abordar el tema del dinero con los chicos, encontrar el momento y el modo para empezar a hacerlo es clave. No es la misma estrategia con un pequeño de 5 o 6 años que con el que está terminando la primaria, y mucho menos con los adolescentes. Pero no debe postergarse el tema “hasta que sean mayores”.
  • Una de las primeras cosas que recomiendan los expertos en educación financiera es enseñar a los chicos a reconocer la diferencia entre necesidades y deseos. Tienen que entender que no se puede tener todo lo que uno quiere. Deben identificar sus prioridades y trazar objetivos.
  • Asignarles una mensualidad para sus gastos es posible desde los 8 o 9 años en adelante. Es una buena oportunidad para poner en práctica sus habilidades para la administración personal del dinero. Una asignación les permite tomar sus propias decisiones y cometer sus propios errores. Hay que dejarles en claro para qué tipo de gastos es esa asignación.
  • Los especialistas de El futuro en tus manos aportan un tip que puede ser muy útil para ayudar a los chicos a crear el hábito de ahorrar con regularidad: se les puede ofrecer una contribución igual a la cantidad que ellos ahorran, para acercarse a su objetivo.
  • Otra herramienta que de a poco irá poniéndose a disposición de los padres en la Argentina es la posibilidad de abrir una Caja de Ahorro para los chicos. Serían como las antiguas libretas postales con las que ahorraban nuestros abuelos, o el chanchito de los que hoy somos padres de hijos sub-18, pero aggiornadas al siglo XXI. La medida fue aprobada por el Banco Central en 2016. Los bancos todavía no salieron a ofrecerlos masivamente, pero poco a poco irá llegando la oferta de estos productos. Ahorrar en el banco tiene la ventaja de familiarizarse con la operatoria y las herramientas financieras desde la juventud.

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