Todo duelo es una transformación. Florencia Bárcena, logoterapeuta y tanatóloga, está a cargo de @encuentrosconsentido, un espacio para sanar y resignificar las experiencias que van tallando nuestra vida. 

Cuando Flor terminó el colegio, estudió la carrera de Terapista Ocupacional, y se especializó en rehabilitación neurológica pediátrica. Durante años trabajó para lograr que muchos niños pudieran cumplir con sus parámetros de desarrollo y tener una vida más plena. Hace más de once años, le tocó vivir uno de los momentos bisagra de su vida: pasar a ser madre de un hijo en el Cielo. A partir de este hecho, su existencia dio un vuelco rotundo que la llevó a estudiar Logoterapia y Tanatología, dos disciplinas que a través de la búsqueda de sentido de la vida, buscan poner luz a las situaciones de dolor. 

Durante cinco años, Flor y su familia vivieron en el exterior y @encuentrosconsentido nace de la necesidad de acortar distancias entre los países en los que ha vivido y el lugar donde se encuentra su corazón. 

Espacios de encuentro para resignificar 

“Como logoterapeuta y tanatóloga valido y propicio diferentes espacios de encuentros significativos porque entiendo que el vínculo es lo que sana”, afirma Flor. Desde su lugar, acompaña a adolescentes y adultos en procesos de duelo, entendiendo que no solo nos transformamos por la partida de un ser querido, sino también durante las diferentes etapas, espacios y circunstancias de la vida, y que transitarlos muchas veces nos resulta tedioso. 

También, por supuesto, brinda apoyo en forma individual a aquellas personas que buscan capitalizar cada una de las experiencias que han ido atravesando. “Cuando palpamos que somos capaces, como la oruga, de transformarnos en bellas y libres mariposas, abrazamos todas las adversidades y las piedras del camino porque ellas finalmente nos permitieron evolucionar”, resume. 

Los talleres, espacios grupales de crecimiento personal, hoy son dictados vía zoom. En grupos de seis personas, la cita es una vez por semana durante dos horas para crecer en grupo. “Fue todo un desafío para mi, en lo personal yo creía que lo valioso de los encuentros era abrazarnos, mirarnos presencialmente a los ojos. Y en este escenario, me tocó confirmar que el ser humano tiene la enorme capacidad de ir, como dice Viktor Frankl, por sobre sus limitaciones”. Y como muchos, Flor también fue una de las que tuvo que readaptarse, y puede asegurar que la experiencia está siendo maravillosa, de gran crecimiento y descubriendo nuevos recursos. “El arte de envejecer” y “Elige tu propia aventura” son los dos talleres grupales activos. 

“Habitándome”

Una de las grandes creaciones de su cuarentena fue el espacio gratuito “Habitándome”. Se trata de una invitación que se lleva a cabo todos los lunes a las 15 hs, con el objetivo de facilitar un momento de reflexión sobre las diferentes cuestiones que nos atraviesan para empezar la semana un poco más livianos. “Sabernos sostenidos y tener la oportunidad de estar cerca de la otra persona acompañándola, aunque sea en el silencio o con una simple reflexión, genera una sensación maravillosa”. 

Al fin y al cabo, nuestra vida resulta valiosa “cuando podemos salir de nosotros mismos al encuentro de un otro”. “A veces propiciar un encuentro significativo con quienes tenemos un vínculo cercano podría resultar difícil, no por falta de amor, sino porque no hemos sido entrenados en algún punto”, nos comparte.

Creciendo en tribu

Y como este tiempo a muchos nos invita a emprender de diferentes maneras, Flor se unió a Gabriela Martínez Gazoni para crear un nuevo proyecto. Así nació @creciendo.entribu, una herramienta con el propósito de generar encuentros con sentido, espacios profundos para reflexionar en pareja, en familia e incluso individualmente para descubrir en nuestro interior qué pensamos, qué sentimos, con qué soñamos.

Se trata de tarjetas con preguntas y reflexiones disparadoras para empezar un diálogo: “Me siento feliz cuando…”, “¿Cuáles son las cosas que creo no hemos podido transformar como pareja”, “Pensá cuatro maneras de decir te quiero sin usar las palabras”, son algunas de las consignas para empezar las conversaciones y juegos con sentido para un encuentro renovador. Este gran producto se puede adquirir en la Tienda Nube de la cuenta.

Desde reunir a todos los integrantes de la familia para compartir alguna experiencia donde los diferentes disparadores sean la excusa para hablar de un tema puntual, hasta los espacios para padres e hijos, o abuelos y nietos. Todos ellos constituyen valiosos espacios para meditar, abordar diversas temáticas y convencerse de que el camino para sanar es el encuentro con los demás.

“Conmigo adultos” y “Conmigo adolescentes” han sido las últimas categorías creadas bajo el paraguas de Creciendo en Tribu. A solo un mes de haber lanzado esta herramienta, han tenido una increíble devolución. Un ejemplo es el de una chica argentina que vive en Madrid y las contactó para conectar a su madre con sus hijos, y se generó un encuentro de abuela y nietos muy enriquecedor donde las distancias se acortaron.

Dejar huella

En ambas iniciativas, el gran motor detrás es dejar huella en la humanidad. “Tenemos la certeza de que cuando algo tiene sentido, es porque es valioso. Y por eso creemos en el valor del encuentro”. Al fin y al cabo se trata de hacer propios los cambios y adversidades que fueron marcando nuestra vida. “Atesorar cada vivencia para crecer, madurar y evolucionar”.