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Noemí Entebi es la fundadora de Mimo & Co, la marca de ropa y accesorios para chicos que siempre buscó estar un paso adelante. Desde sus inicios, la firma tiene a la sustentabilidad como pilar principal en su filosofía. No como una simple declaración de principios, sino como un compromiso real y asumido. Junto a Tigris, ideamos una nueva acción en este sentido.

Hace más de 50 años no se hablaba de sustentabilidad. La palabra no estaba de moda como ahora, tampoco se organizaban congresos y conferencias sobre cómo las empresas podrían colaborar con el desarrollo sostenible de las sociedades, y cómo éstas podían trasladar estas inquietudes a las comunidades donde se encontraran. Por ese entonces, en 1965, Mimo & Co daba sus primeros pasos en la industria con la fabricación de muñecos de trapo, y en la cabeza de Noemí, su fundadora, ya resonaban los conceptos de Responsabilidad Social Empresaria. Para ella, más que algo abstracto y normativo, el cuidado del otro debía formar parte del ADN de cualquier persona, ¿cómo no incorporarlo a la empresa como eje central?

“Nuestro objetivo es hacer ropa, calzado y accesorios lindos, funcionales y de buena calidad para los chicos, pero nos importa también el cómo se llega a esas metas. Creemos que se logra sosteniendo fuertemente los valores del mutuo respeto, la solidaridad y la honestidad”, dice Noemí Entebi.

Acciones concretas

Cuando de verdad se pone a las personas en el centro de la empresa, las maneras de ayudar surgen solas. Los primeros pasos en este camino fueron con la alianza con el Hospital Garrahan, el destinatario de todo lo recaudado de los desfiles solidarios. En 2002, se sumó Unicef con su campaña “Tu Peso Pesa”, y las acciones se multiplicaban a lo largo de los años.

Para Mimo, la familia es la unidad básica más importante de la sociedad para construir un mundo mejor. Por eso, se propuso generar alianzas para conciliar la relación familia-trabajo en sus organizaciones, y sus empleados fueron los primeros beneficiarios. Se abrieron un jardín maternal para hijos de colaboradores de Mimo, y una escuela para adultos denominada Plan Crecer. Con la posibilidad de completar los estudios secundarios dentro de la compañía, al día de hoy egresaron más de 52 personas entre 25 y 52 años. Los actos de graduación se convirtieron en uno de los eventos más emotivos de aquellos años.

En términos de comercio transparente y responsabilidad social, laboral y ambiental, todos los proveedores que conforman esta empresa deben firmar un contrato específico. En él se adhiere de forma total al compromiso con los derechos humanos, el rechazo al trabajo infantil y a la discriminación, y una conducta responsable y transparente en todos los ámbitos.

Con respaldo internacional

Desde 2015, se hicieron eco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un llamado universal hecho por las Naciones Unidas. Desde allí se busca un verdadero cambio de paradigma en la sustentabilidad social, económica y ambiental para el 2030. Con gran felicidad comprobaron que sus proyectos ya estaban alineados con estos compromisos, buscando un mejor impacto social y ambiental.

Y los proyectos sociales centrados en las comunidades más vulnerables son muchos. El taller “Jugando a diseñar”, como espacio de contención y recreación en Vicente López, es uno de los ejemplos. Desde el 2016 se invita a los niños que asisten a los Centro Barriales de Infancia a este taller creativo. Con foco en el mundo de la indumentaria juegan a ser diseñadores por un día. Durante las vacaciones de invierno se ofrece en forma gratuita a niños entre 3 y 12 años en distintos shoppings. ¡Cada año se reciben más de 15.000 chicos!

Pero la lista sigue: campañas de recolección de juguetes, actividades de voluntariado, donación de productos, padrinazgo de niños e instituciones, programas de reciclado, capacitación laboral de jóvenes en contextos vulnerables. Las campañas de donación de sangre, por ejemplo, están destinadas a ayudar al Hospital Garrahan y a su Centro Regional de Hemoterapia. Más de 400 colaboradores junto a sus familias se acercaron para ser parte de esta gran acción.

En 2017 se creó el Comité de Sustentabilidad que busca mejorar constantemente la cadena de producción para lograr prácticas amigables con el medioambiente. Alguna de ellas son el proyecto de disminución en el consumo de papel y en el consumo eléctrico, el reciclado de desechos de tela para su reutilización, la separación de residuos, la utilización de insumos sustentables y bolsines reutilizables para el traslado de mercadería. Cada acción responde a una necesidad puntual pero que tiene una repercusión inmensa en la sociedad.

“Estoy muy feliz porque aquellos que siempre me preocupó, que es el cuidado de los que integran esta gran familia, hoy tiene un nombre y celebro que siga creciendo”, dice su fundadora.

La autogestión como camino sustentable

Si hay algo que este tiempo de crisis e incertidumbre nos enseñó es que cuánto más autosustentables sean nuestras rutinas, mejor nos adaptaremos al escenario actual. Además, como valor añadido, estas prácticas que hablan de sustentabilidad estarán en gran consonancia con el medio ambiente.

El 5 de junio se celebra el Día del Medio Ambiente y en este 2020 la biodiversidad es el gran motivo de preocupación en todo el mundo. Junto con Mimo, quisimos aportar nuestro granito de arena en difundir alguna idea fácil y divertida que ayude a cuidar el planeta. Nuestra acción tiene especial énfasis en el mundo vegetal.

Sabemos que el hombre no puede vivir sin dos recursos clave: el agua y las plantas. El objetivo fue enseñar a reproducir suculentas, la única planta que cuida el agua, bien sumamente escaso, porque necesita muy poco riego para vivir. Así buscamos concientizar sobre la autogestión de los propios recursos desde nuestras casas.

¡Este fue el resultado!

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