Muchas veces hemos pensado que al no contar con jardín grande o terreno no podemos tener nuestro espacio verde. Pero no es así. Existe la posibilidad de diseñar y plantar en macetas. Un desafío posible y sostenido en el tiempo. ¿Cómo lo hacemos? Acá vamos.

Hoy en día encontramos en el mercado una amplia variedad de contenedores a los que llamamos macetas. Se trata de un recipiente que tiene la capacidad de contener sustratos y especies vegetales. 

Las macetas nos permiten reemplazar el suelo, y desde allí es posible vivir la caída de las hojas en otoño, la llegada de los grises y marrones del invierno, los pájaros en la primavera y las mariposas del verano. 

Sí, todo esto es posible con macetas, sólo debemos tener en cuenta algunos tips:

    • Microclima: el clima que vive nuestro espacio no es igual en cada estación del año. El sol, el aire, el viento y la sombra cambiarán con ellas. Es importante tener en cuenta esto para saber qué especies son recomendadas para que realmente funcionen.
    • Uso: estudiar bien qué tipo de uso le daré a mi jardín enmarcado; si  habrá niños, personas mayores o si prácticamente sólo lo disfrutaré los fines de semana. De esta forma podré elegir bien qué tipo de especies me conviene plantar.

    • Modelo: trabajar con un mismo modelo de macetas en sus diferentes formas y volúmenes. Así lograremos una armonía en los materiales. 
    • Función: por ejemplo, un árbol caduco para permitir la entrada del sol en invierno, cuando buscamos calidez, y el refugio de la sombra y la frescura nocturna en verano. Puede ser: Prunus, Acacias, Acer. 
    • Trepadoras: trabajar con trepadoras en macetas jardineras para la zona de los perímetros donde podemos introducir por ejemplo Jazmín Poliantha, Jazmín de leche, Jazmín del país, Bignonias, entre otras. 

    • Vista: buscar la mejor visual de mi espacio y potenciarla colocando un pequeño banco que me invite a la contemplación. Y lo mismo al revés, identificar qué parte me molesta para colocar allí especie perennes que logren taparla.
    • Proporciones: el 70 % de las plantas deben tener follaje todo el año, y sólo un 30 % debe ser caduca. 
    • Pisos: trabajar los  pisos con  materiales como adoquines, lajas y piedrita cementada para lograr una base más homogénea y segura. 

    • Color: saber que al jugar con el color pintando una maceta o una pared estoy agregando un valor ornamental. Lo mismo pasa con el color de las macetas. Al jugar con los contrastes, le daremos más importancia al espacio aéreo . 
    • Rotación: un dato no menor es que, dentro de lo posible, rotemos las macetas 180 grados cada tanto para evitar que formen espalda.
    • Repetición: repetir la misma especie pero en diferente color de flor ayuda a ampliar visualmente el espacio. Por ejemplo: Jazmin Plumbagao blanco y celeste, Hemerocallis  amarillos y naranjas, Agapanthus violetas y blancos, especies de follajes verdes y disciplinados  o  gran variedad de colores en rosales.

    • Drenaje: cerrándoles el orificio de drenaje, las macetas pueden ser parte de un pequeño estanque o movimiento de agua. Actuará como espejo reflejando el entorno y potenciándolo.
    • Materia orgánica: agregarla frecuentemente para que comiencen a enfermarse.

Diseñar con macetas es un trabajo muy gratificante. A diferencia que en suelo directo, apenas se terminan de armar, ya se lucen en el espacio de una forma increíble. No hay más excusas, para no tener nuestro jardín, tengamos el espacio que tengamos. 

María Laura Vidal Bazterrica – Paisajista – @itasflowers
Contacto: 15-4991-6073 – marialauravidal@hotmail.com