Texto y fotos: Rosario Lanusse – @rochilanu

“Crecimos entre trapos y máquinas de coser, amando armar nuestros cuartos”. Así arrancó nuestra entrevista con Vicky y Luz Vidal, dos de las caras detrás de @angelinalinen. La tercera, Agus, estuvo ausente con aviso por un embarazo con reposo.

“Llevamos en la sangre y en el ADN lo que hacemos. Crecimos con mamá en el cuartito del fondo, siempre trabajando con cosas divinas; y nosotras disfrutando mucho de armar nuestros espacios. Poniendo siempre poco y sencillo, pero lindo. Flores en invierno, y hortensias en verano”, introdujo Vicky. “Siempre creando hogar”, remató Luz. Y ahí, para nuestros adentros, murmuramos “bingo”. Sábanas suaves, acolchados calentitos y acogedores, almohadones que mullen nuestras camas y visten nuestros sillones, géneros de ensueño y diseños únicos, ambientes armados desde cero, y una energía plena y positiva. Difícil resumir en unas pocas palabras lo que una marca querida despierta en sus clientes. 

Conocemos a “las Angelinas” desde hace muchos años. Las vimos crecer de la mano de Angelina madre, artífice de “Angelina Linen”, de los cuartos y dormitorios más lindos, de sábanas soñadas y almohadones de colección. Vimos como, luego de hacer carrera cada una en lo que había estudiado, eligieron recorrer el camino juntas, se unieron a su madre y se potenciaron. Apostaron todo.

Las vimos crecer, armarse, desarmarse; y las vimos volver a empezar. Fuimos testigos de una Angelina que les cedió generosamente la marca a sus hijas, para dedicarse de lleno a cuidar de su propia madre. Conocimos su local a la calle, y compartimos el día en que remataron todo porque lo cerraron. Las observamos reinventarse una y otra vez, y las admiramos siempre. Trabajar entre hermanas y en familia supone mucha flexibilidad y mucha humildad. Supone respetar los tiempos de cada una, los que son personales y esos que dependen del curso de la familia que cada una fue formando. “Tuvimos que aprender mucho y lograr que esto funcionara, y que funcionara para todas”, cuenta Vicky. Ciclos y altibajos. Encuentros y desencuentros, y un hoy que las encuentra unidas y, sobre todo, disfrutando, y esperando que Agus tenga su bebita para volver a tener un cochecito entre sus tijeras pintadas de rosa, y sus rollos y rollos de género. 

Tres hermanas de una familia de siete, y una madre que les inculcó todo lo que saben y aman, y que tanto disfrutan. A “las Angelinas”, la decoración les sale por los poros, y las camas y los dormitorios que diseñan son refugio y son hogar de clientes que siempre vuelven por más. A los dormitorios de ensueño generados por Angelina madre, las hijas sumaron una asesoría de decoración general. Y hacen magia. Y tienen un showroom que encanta y encandila, y que armaron entre todas, y con muchísima ayuda de sus maridos. 

SUMAR VALOR

Venir de visita puede suponer varias cosas: elegir ropa de cama, pensar un diseño desde cero, pedir una decoración integral, comprar regalitos (tazas, velas, bandejas), banquitos de hierro y corderito, y hasta pijamas. Es que a lo que ya hacen las hermanas, sumaron un proyecto de Vicky y su marido (que es de esos hombres que todo lo hacen, carpintero y herrero, por lo pronto). @vikan.hd es decoración en hierro, son banquitos, centros de mesa, espejos y bandejas. ¡Todo, todo lindo! 

Y a esto se suman los lindísimos pijamas de Angelina madre. @angelina.pijamas es su proyecto, ese en el que culminó su carrera y su know-how de muchos años de trabajo. “Luego de haber necesitado un tiempo de descanso, mamá necesitó volver a hacer algo propio”, nos contaron sus hijas. Y esa necesidad culminó en un nuevo inicio: su emprendimiento de pijamas. 

Gracias Angelinas por recibirnos siempre, por haber sido parte de tantas producciones, por decirnos siempre que sí cada vez que les pedimos algo. Difundimos y aplaudimos la energía de mujeres como ustedes, emprendedoras, que no bajan los brazos, que son alegres y que siempre tienen una mirada positiva sobre la realidad.

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