Texto: Arq. Diego González Pondal @pondalmalenchiniProducción: Marina Maiztegui @soloparamiFotos: Rosario Lanusse @revistatigris

La idea rectora del jardín fue la de crear una serie de habitaciones o “rooms“, como los llaman los ingleses, que nos permitieran plantar una enorme variedad de plantas en una superficie que no supera los 1000m2.

Con este criterio, y teniendo en cuenta las orientaciones y la cercanía a la laguna, armamos cinco zonas bien definidas.

El emplazamiento de la casa fue crucial y la retiramos casi once metros de la línea municipal para que pudiéramos armar un jardín amplio, que enmarque la casa y, que a su vez, genere un área de intimidad y privacidad entre la calle y la casa. Este es un jardín en sí mismo y juega, por su orientación sur-sudeste, con las texturas y formas utilizando diferentes tipos de verdes.

En este sector no se buscaron grandes floraciones o perfumes. Aquí, la línea de diseño es contemporánea, con reminiscencia oriental, (sobre todo con tintes japoneses). Las especies elegidas fueron los buxus cortados de forma topiaria, dos amplios macizos de azaleas rosas y fucsias, acers palmatums y hiedras como cubresuelos. Un grupo de populus alba (álamos plateados) dieron escala y sombra rápidamente al conjunto.

A este conjunto se le suma la ampelopsis que cubre toda la casa con un follaje fresco y abundante sobre casi todas las paredes y que en otoño la viste de colorado.

En los laterales de la casa se ubican dos áreas chicas de conexión y servicio. El lado oeste vuelve a jugar con el espíritu más oriental y todas las especies que aquí se utilizaron tienen su origen en Japón. Un bosquecito de acers dan sombra a un camino de azaleas de distintos tonos rosas, tres magnolias fuscatas, un gran jazmín de leche o trachelospermun jasminoides rematan en un grupo de raphiolepsis umbellata. Casi al final del recorrido y bajo una variedad de acer palmatum cripsii, una linterna de piedra custodia el lugar, bien al estilo nipón.

El otro lateral es más de trabajo y esconde una compostera, un depósito de herramientas, almácigos que se ponen en funcionamiento, en especial en el otoño, y un grupo de flores de corte y huerta. En este sector donde predomina el “trabajo” y la huerta, nos inspiramos en las líneas de diseño italianas. Para esto armamos cuatro grupos de buxus que enmarcan distintos grupos de plantas. Un frutillero traído de Genova, de un sobrio art noveau y de más de 100 años es el corazón o “focal point” de esta zona.

La cuarta zona y alma del jardín es la que se ubica desde la galería de la casa hasta la laguna. Aquí, el estilo es bien inglés. Basado en las mezclas de herbáceas y rosas de todo tipo, es una zona que cambia de carácter a lo largo de todo el año.  Dentro de esta área también hay otras más pequeñas que sirven de remanso para disfrutar plantas de menor escala. El eje aquí son dos grandes borduras de herbáceas y rosas que rematan en un pequeño portón de madera que lleva al muelle y a la laguna.

Mezcladas entre las herbáceas, hay cincuenta y tres especies de rosas, en especial inglesas, unas pocas rosas antiguas y algunas rarezas como rugosas alemanas o una trepadora de flores miniatura española.

No hay una paleta de colores, sino la declarada intención de mezclar todos los colores y tonos, que van variando a lo largo del año. Muchas veces, sectores que inician la primavera con una paleta de rosas y amarillos, pasan en el verano a los azules y naranjas, para terminar en otoño con amarillos pálidos, lilas y bordeaux.

La quinta zona y remate de todo el jardín es el sector de la laguna. Este sector está definido por un gran campo de iris pseudocorus amarillos y grupos alternados de calas. Estas plantas rodean y esconden un “yatsu bashi”, un muelle de líneas japonesas que zigzaguea entre los lirios y juncos y nos lleva a  donde tenemos amarrado un velerito. Allí, se ubica una mesa color verde salvia que usamos mucho en primavera y otoño.

Nuestro jardín no es de bajo mantenimiento y nunca buscó serlo. Un jardín de bajo mantenimiento es algo muy aburrido. Nuestro jardín cambia siempre y todos los días descubrimos una flor, un perfume, una planta nueva. Las estaciones están muy marcadas y todas se pueden disfrutar, hasta el invierno que es la época ideal para ajustar canteros, incorporar nuevas especies o simplemente imaginar la próxima primavera.

 

 

Contactos:

Diego Gonzalez Pondal

Pondal Malenchini Landplanning & Architecture

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