TRES TENEDORES Y ALGO MÁS

Un emprendimiento que empezó como un hobbie y se convirtió en un negocio.

Como es costumbre, nuestras #mesasfelices de todos los meses son acompañadas con delicias de emprendedores gastronómicos. Para la de noviembre, con @soloparami convocamos a las chicas de @tres.tenedores y nos trajeron recetas de muffins de naranja y almendras, alfajores de limón y pepas con guindas y frutillas. Lu, Lau y Gaby tienen, hace cuatro años, una comunidad donde comparten recetas fáciles para todos los días, ¡y las siguen 255 mil usuarios en IG y 83 mil en FB! Frescas, auténticas, divertidas, así son ellas. Pudimos charlar con dos de los tres tenedores en el barrio Altamira de @eidico donde transcurrió la producción.

Para empezar, constancia

Sin pensarlo demasiado arrancaron. Se conocieron por el colegio de sus hijos. Deporte, actividades, tareas. La vida las juntó y ellas supieron sacarle el jugo. Una diseñadora gráfica, otra pastelera, ama de casa la tercera, empezaron a reunirse para, sin querer, empezar a darle vida a este hobbie entre amigas. Los martes cocinan, los miércoles hornan y sacan fotos. Es un ritual que se repite hace cuatro años y que más que un negocio, se transformó en la excusa perfecta para verse todas las semanas.

Al abrir su cuenta de IG como canal para volcar sus recetas, de a poquito y a pasos de hormiga pero siempre constantes, fueron creciendo y haciéndose conocidas. Recuerdan cómo, por casualidades de la vida, llegaron casi en sus inicios a cocinar para el programa de Mirtha Legrand. Desde la producción, buscaban influencers que se animen a cocinar para la #mesaza más famosa de la televisión. Un flan con dulce de leche fue su aporte para un menú bien argentino.

Sencillas, sin vueltas y bien transparentes, se ríen de pensar que podrían crecer aún más si tan solo se animaran a mostrar sus caras, su back más humano, y están seguras que de a poco lo lograrán. Por ahora, se quedan tranquilas de estar haciendo un trabajo bien auténtico y a pulmón, en el que no paran de aprender sobre temas que jamás se imaginaron: manejo de agencias, redes sociales, feedback con el público. “No todo el mundo tiene la facilidad de ver la veta comercial y explotarla, pero de a poquito nos vamos metiendo”, cuentan. Un mundo nuevo para las tres que les responde con grandes alegrías.

Las chicas siempre aclaran que no son profesionales y que no siempre tienen todas las respuestas. “Si hay cosas que no sabemos, no tenemos miedo en decirlo. Lo mismo si alguna receta no nos sale perfecta, también la mostramos, es parte del aprendizaje”, cuentan. Y eso es justamente lo que las distingue: ser personas de carne y hueso detrás de las redes sociales, que aprenden a la par que sus seguidores.

Sus fotos son su marca registrada. Todas las semanas suben el combo de tres recetas con tres fotos muy prolijas con vajilla lindísima y repasadores cancheros. El sello de su estilo es muy marcado. Tanto es así que cuando otras cuentas usan sus fotos sin avisar ni mencionarlas, es el mismo público el que les avisa, intentando hacer justicia. Ellas se ríen, y en el fondo saben que si otros levantan su material es porque gustó y eso es lo que realmente importa.

Además de Fb e IG, las chicas tienen un blog al que usan de direccionario de recetas. Es el depósito del trabajo de todos estos años, y la guía para que el usuario pueda encontrar lo que busca fácilmente. No se sorprendan si se encuentran con la lengua en la pantalla, ¡las fotos son realmente tentadoras!