Después de su exitoso paso por la televisión, Sil Valdemoros lanza sus nuevas clases de cocina sustentable en Estudio V. Para chicos y para adultos, una formación consciente para una alimentación saludable. Pero antes, su fascinante historia.

Texto: María Ducós – Fotos: Rosario Lanusse

La historia de Silvia Valdemoros, apodada cariñosamente Sil, tiene tantos vericuetos que nunca se hubiese imaginado un camino con semejantes desafíos, oportunidades y sorpresas. Pero hoy, después de haber alcanzado grandes metas, aprendió que siempre la vida es más sabia y todos los acontecimientos tienen una gran enseñanza para el futuro. Hoy, desde su nuevo rol en la docencia (¡dicta unas clases magistrales de cocina!) se redescubre en esta faceta.

Estudiaba psicopedagogía cuando que se casó a los diecinueve años. A los veintitrés ya era madre de tres hijos y trabajaba en el sector de Auditorías del frigorífico que tenía su ex marido. Con el tiempo libre que le quedaba, Sil se la pasaba en la cocina, su gran pasión. Un día, una amiga que se había quedado sin trabajo, allá por los noventa, la convocó para hacer algo juntas y Sil, con un espíritu emprendedor desbordante, pensó que podría canalizar la gastronomía en un negocio.

El primer eslabón de una gran carrera

Empezaron con los desayunos de regalo y lo que siguió fue una catarata de causalidades que la llevaron a consolidar su emprendimiento en menos tiempo de lo que se hubiese imaginado. Cada desayuno, con comida casera hecha 100% por ellas, era servido en vajilla de porcelana Limoge, con las iniciales del agasajado bordadas en el mantel. “En ese momento hacíamos volantes y los repartíamos por todos los puestos de diarios de Palermo, Recoleta y Zona Norte. Fue impresionante la cantidad de gente que nos empezó a llamar”, rememoraba Sil sentada en su cocina mientras Rochi Lanusse hacía magia con su lente.

Todavía se acuerda cuando las contrató el canal internacional de la mujer para renovar los aires, no caer en los regalos trillados y hacer algo original para el día del periodista. De repente, con veintiséis años, se vio que debía llenar cinco traffics para agasajar bien temprano por la mañana a todos los canales de televisión y las radios. Las noches sin dormir para llegar con todos los preparativos terminaban siendo un gran momento que compartía con sus hijos, que la ayudaban afanosamente.

Y como en la vida la suerte siempre acompaña si el trabajo es en serio y comprometido, un buen día el director del ITBA degustó uno de sus desayunos y eso bastó para que su nombre fuera divulgado por las altas esferas. Por esos tiempos noventistas, donde la fiebre inversionista estaba en pleno auge, y las reuniones eran de lo más rigurosas, Sil encontró un nicho especial.

Vientos de cambio

Con su socia, preparaban delicadamente el catering y lo llevaban en una Fiorino que pertenecía a los frigoríficos de su ex marido. Una vez que servían la comida, se cambiaban y se vestían de punta en blanco para no desentonar con el alto nivel del evento. La seguidilla de eventos las mantenía bien ocupadas y, con tantos pedidos y noches sin dormir, un día su socia dijo basta. Todavía se acuerda cuando, en un evento en Telecom, se le volcó un termo entero de café encima. Eso fue el detonante. Sil sabía que no podría atender sola esta empresa que cada vez crecía más y, sabiamente, decidió dar un paso al costado.

Pero las puertas se siguieron abriendo. Empezó a estudiar cocina y se fue a Paris a terminar de formarse. Al volver se animó a encarar su primer evento después sola. Como para empezar, cuatrocientas personas en Marina del Norte. ¡Todo un desafío! De nuevo, fiorino, largas horas en la cocina y mucho trabajo por delante. “El camino fue muy duro pero también muy perfecto porque me fue guiando, nada de lo que me pasó fue porque sí, todo me llevó a un paso posterior” reflexiona Sil.

A los treinta y cinco años, al separarse de su marido, tuvo que profesionalizar el catering para salir adelante y dar de comer a sus hijos. “Empecé a trabajar mucho en el catering y la forma de estar con ellos era llevándomelos a los eventos”, cuenta. Por un contacto de la facultad, conoció al dueño de una confitería muy importante de Villa del Parque que la llevó a la fama. Gracias a él entró en Utilísima, el canal de cocina por excelencia, y empezó así su carrera ascendente de dieciséis años en la televisión.

Embajadora de El Bolsón

Sus últimos tres años los desarrolló en la producción de un canal y acá fue cuando se destapó su proyecto para recorrer el país y mostrar una Argentina sostenible. La premisa consistía en mostrar a los productores de todas las regiones haciendo hincapié en la sostenibilidad que conlleva la utilización de los recursos naturales. Conoció a Magui Choque Vilca, una ingeniera agrónoma, descendiente del gran cacique Viltipoco de Tilcara, y conoció su gran movida sobre las semillas originarias y la importancia de dejar la tierra en igualdad de condiciones para las futuras generaciones. Amante de las buenas causas, Sil apostó por este camino.

Empezó a involucrarse en estos temas y a asistir a festivales de cocina por todo el país. Las recetas se adaptaban a los productos que había en cada lugar. En cada encuentro, contaba la historia de la región, a través de un plato histórico, para que la gente entienda la importancia de usar ingredientes de su propia tierra. En uno de estos eventos, la Secretaría de Turismo del El Bolsón le reconoció su gran labor por desarrollar una cocina sostenible y la nombró Embajadora Turística de este lugar. Merecidísima mención por su gran aporte a la sostenibilidad de nuestras raíces. “En la inauguración noto que empiezan a hablar de mi historia, de mi abuela andaluza, de mis padres, y esas palabras me emocionaron mucho. No lo podía creer”, rememora ese gran momento.

Con este bagaje filosófico sobre una alimentación sana y responsable, hoy desde Estudio V, su estudio-cocina donde se producen contenidos y se hacen eventos, lanza sus clases de cocina para chicos y para adultos ¡imperdibles! “A veces a través de los chicos se puede inducir a los padres a una mejor toma de conciencia sobre qué ingredientes usar para una alimentación saludable, y ese es uno de los objetivos de las clases” remarca. Para el curso con los adultos, la acompañará una nutricionista para desmitificar que la cocina saludable no es ni complicada ni costosa.

El martes 16 de mayo comienza la clase de niños y el jueves 18, la de adultos. ¡Apurate a conseguir tu lugar!

Para inscripciones: sil@silviavaldemoros.com