¿Qué debe tener un botiquín verde?

Cuando preparamos los canteros y maceteros, elegimos las plantas adecuadas, y cuidamos sumar un buen abono y ofrecer el riego adecuado porque sabemos que el mantenimiento diario es el mejor aliado. Pero aún así, de pronto, descubrimos una plaga o enfermedad en alguna especie y empiezan las preocupaciones. Se le caen las hojas, está comida, tiene manchitas, no florece. Automáticamente nos preguntamos, ¿qué estaremos haciendo mal?, ¿en qué nos estamos equivocando? Acá veremos una serie de tips para descubrir la solución a esos males, y tener siempre listo el botiquín verde.

La huerta es la protagonista de esta pandemia con sus hortalizas y frutales.

Para evitar que la copa de los frutales proyecte sombra sobre las hortalizas, hay que plantarlos por detrás de la huerta propiamente dicha, y orientados al sur, así ambos recibirán sol todo el día.

Tanto la oruga minadora de las hojas de los limones, como el cribado, el hongo que ataca a los Prunus, muchas veces son los causantes de que no fructifiquen mis frutales. Acá la importancia de fumigar en forma preventiva con insecticida y fungicida siempre de origen orgánico para no contaminar el fruto y evitar lastimar a los polinizadores.

Los limones pueden sufrir Clorosis (es cuando el tejido de las hojas toma color amarillo). La clorosis férrica es la falta de hierro en nuestras plantas y puede matarlas. Hojas chiquitas amarillas con nervaduras bien verdes, eso es la clorosis. Una buena solución es abonar el suelo en forma casera. ¿Cómo? Acumular en una botella clavos, virutas, tornillos, tuercas con un poco de azufre y llenarla de agua. Es importante moverla bien para que se diluya el hierro al unirse con el oxígeno del agua. Este preparado lo aplicamos junto con el riego.

Los ciruelos suelen ser atacados por la araña (rojarany-chus telarius). Cuando el clima es muy seco, las hojas se decoloran y el fruto se cae prematuramente. Solución: humedecer las hojas regularmente.
El Kiwi (Actinidia chinensis) es una trepadora dioica, es decir, una misma planta tiene flores masculinas y flores femeninas. Para fructificar necesita estar plantada con sus compañeros.
La Higuera (Ficus carica) suele ser atacada por la mosca del higo (Lonchaea aristella). Las larvas viven el fruto, produciendo tejido seco. No es necesario podarla cuando aparece esta plaga, solo hace falta mejorar su suelo con compost y fumigar con insecticida orgánico. El próximo año dará frutos sanos.
Las hojas de los Naranjos se ponen amarillas, se caen y además no da frutos, ¿por qué? El Citrus aurantium presenta un ataque de cochinilla. Se trata de una plaga chupadora que invade hojas y frutos con un hongo. Se combate con producto orgánico acaricida y fungicida. Es importante mantener su suelo rico en compost para evitar que se enferme. La poda de formación se realizará a partir del tercer año.

Rosales, las estrellas del jardín desde la primavera hasta avanzado el otoño.

Las hojas amarillas, puntos marrones y una capa gris en sus troncos son la manifestación de un hongo llamado Roya. Es muy común también el Oidio, un polvo blanco que ataca principalmente hojas y tallos jóvenes. La falta de buenos nutrientes es la razón, junto con el riego apuntado a sus hojas, de la aparición de estas enfermedades. Fertilizar con humus de lombriz, compost y resaca es la solución junto a fumigaciones orgánicas contra el hongo.

Los capullos florales son atacados por gusanos terrestres (Cetoninos), convirtiéndose en estado adulto en insectos que destruyen las flores. Evitan que abran y suelen caerse antes de tiempo. La solución eficiente es combatir al gusano en suelo con productos específicos de control y fumigando con Acaricida.

En los brotes se aloja el pulgón, así se llama al bichito pequeño, tipo piojito. Son chupadores que infectan la salvia. La podemos descubrir porque cuando está atacada, sus hojas se enroscan. Fumigar con acaricida orgánico y así mejorará su suelo.
El riego de las rosas es mejor que sea por goteo. Si el aspersor moja la planta, se llenará de hongo (Oidio) y mancha negra. El goteo es la forma más segura y eficiente de regarlas.