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Hay muchísimas invenciones que están destinadas a satisfacer nuestras necesidades cotidianas sin uso alguno de electricidad: ¡no te imaginás cuántas! La mayor cantidad de consumo se da ante climas extremos, el frío y el calor, y lo cierto es que pueden aplicarse tanto soluciones antiguas como contemporáneas.

Las más viejas en general se dieron a partir de un minucioso estudio de las bondades que nos reservaban los recursos naturales y, las más valorables, siempre buscarán preservar la salud del medio ambiente. Por su parte, las más contemporáneas también utilizan este primordial estudio de los recursos naturales, como las nuevas formas de construcción en barro, pero se valdrán muchísimo del reciclaje de materiales, respetando la cadena de uso.

El extremo calor: un Eco Cooler
Dadas las altísimas temperaturas en Bangladesh, que rondan los 45 grados, Grameen Intel regaló a esta comunidad su idea de un aire acondicionado rústico, pero hiper funcional, bautizado Eco Cooler.

Se trata de una lámina perforada en donde se insertarán cuellos de botellas de plástico cortadas, por donde ingresará el aire con mayor presión y se enfriará considerablemente a través del mismo mecanismo de pasar por un espacio más reducido. Se genera de esta forma el mismo efecto que se da cuando soplamos la comida para enfriarla, otorgando un clima mucho más fresco en los espacios internos de las casas.

El extremo frío: estar bajo tierra
Nos encanta cultivar los alimentos en casa: contar con nuestra propia lechuga o tomates, tener los condimentos naturales que dan un gusto especial a cualquier comida. Sin embargo, existen épocas de tanto frío que se complica mucho mantener un ambiente apropiado para que se den las condiciones de cultivo.

Los walipinis son huertas bajo tierra implementadas antiguamente por los pueblos originarios de Bolivia (de hecho walipini significa “está bien” en uno de sus idiomas locales, el aymará). El subsuelo mantiene, a lo largo de todo el año, una temperatura estándar de 18º, lo que facilita muchísimo el crecimiento de las plantas.

walipini2

Desde ya que los walipinis también funcionarán ante una temporada de intenso calor. Tanto es así que su uso evita el consumo de combustibles derivados de fósiles, práctica muy común en lugares desérticos en donde se intenta mantener un microclima de manera artificial en sus huertas.

Hoy en día se ha adaptado este mismo sistema en inmensas estructuras refrigerantes que se ubican bajo tierra, capaces de suplantar más de cinco heladera convencionales en lo que respecta a su volumen. Realmente no requieren gasto energético en ningún momento del año.

underground fridge

Mucho por aprender
Como verás todavía nos queda mucho por aprender, no sólo de la visión de nuestros ancestros que tanto se conectaban con las virtudes y necesidades de la Tierra, sino también de nuevos inventos que se adapten a cada contexto actual.

Con esto último me refiero a los reducidos espacios de las ciudades, a la posibilidad de aprovechar otros materiales difíciles de reciclar, entre otros. Incluso las problemáticas contemporáneas que debemos afrontar también condicionarán nuestra visión, como la imperiosa dificultad de neutralizar el calentamiento global.

No nos dejemos estar, existen nuevas y viejas alternativas por usar. Subámonos a la ola de la ciudad ambiental y pensemos en función de eso: la gratificación es inmensa, nuestro planeta nos lo va a agradecer.

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Mechi,
www.espiralista.wordpress.com
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