Texto: María Laura Vidal Bazterrica  – @itasflowers

Los árboles en todas sus manifestaciones atraen nuestros sentidos, especialmente la vista. Sus flores, frutos y follajes coloridos llaman nuestra atención siempre y en cualquier lugar, ya sea entre montañas, ríos y lagunas, o simplemente en parques, plazas, o hasta en nuestros propios jardines.

El mundo arbóreo es muy amplio. Existen infinitos árboles majestuosos y nobles que se distinguen por su presencia escénica. Hay ejemplares de todo tipo: De formas rígidas o amorfas; de copa globosa (hasta tortuosa); con troncos rugosos o lisos, de color gris, marrón o negro. De sus ramas emergen hojas de diferentes texturas y formas con tonalidades que varían entre el verde, amarillo, anaranjado y bordó. Además, algunas especies relucen flores espectaculares y coloridas, que luego dejan frutos variados donde se esconden sus genes.

Podríamos decir que un jardín no está del todo completo si no hay un árbol.

¿Cómo saber qué especies plantar?

  • Si contamos con poco espacio, será recomendable plantar un árbol de porte bajo, preferentemente caduco para que, una vez que hayan caído sus hojas, el sol penetre en nuestro jardín en invierno. Ejemplos: Frutales, Lagerstroemia, Acer, o Aliso de río.
  • Si disponemos de muchos metros cuadrados, podremos implementar un diseño elaborado del jardín, y disfrutar de un “arco iris vegetal”. Algunas especies posibles son: Liquidámbar, Ibirá Pita, Nogal o Ginkgo biloba.

El encanto de los árboles en cada estación

El otoño nos volverá románticos y contemplativos con especies como:

  • Fresnos amarillentos.
  • Liquidámbar rojizos.
  • Rhus rojos anaranjados.
  • Acer rojos amarillentos.
  • Robles marrones.
  • Taxodium rojizos oxidantes.
  • Ginkgos amarillos.
  • Pyrus.
  • Fresno Oxycarpa.
  • Gleditsias triacanthos amarillas.
  • Acacia Frisia.


Las árboles que se destacan en el invierno también tienen su encanto. Algunos de ellos son:

  • Acacias Dealbata, de flores amarillas perfumadas.
  • Camellias.
  • Jodina rhombifolia.
  • Frutales como los cerezos, manzanos, perales y ciruelos.
  • Cítricos como el pomelo, limón, naranja o mandarina que nos empalagan con sus aromas.

En primavera hay especies que tomarán protagonismo gracias a sus coloridas flores:

  • Magnolias perfumadas con flores blancas.
  • Jacarandá.
  • Ceibos de flores rojas y aires patriotas.
  • Sauces que aportan frescura.
  • Tipa, especie de flores amarillas.
  • Catalpas que sorprenden con sus flores blancas y hojas texturadas.
  • Aliso de río, un nativo ideal para paisajes ribereños.
  • Taruma, que atrae mariposas y polinizadores.
  • Tacoma, ideal como arbolada de alineación.
  • Paraísos.
  • Lapachos..
  • Algarrobos

 


En verano hay árboles que nos darán, no solo color, sino también sombra:

  • Palo borracho, de flores amarillas, rosadas y fucsias.
  • Senna Spectabilis, que florece en tonos amarillos en época del carnaval.
  • Lagerstroemias: transmiten juventud con sus flores rosadas, fucsias y blancas.
  • Acacias de Constantinopla, de porte achaparrado, flores rosadas y amarillas.
  • Ruprechtia Apetala (manzano de campo).
  • Notro, con abundantes flores de color rojo.
  • Ambay.

¿Cuáles son las necesidades básicas de los árboles?

  • Los árboles requieren un suelo rico en Fósforo y Potasio para que florezcan y fructifiquen bien.
  • Fertilizar con humus de lombriz y compost (al menos dos veces al año), ayudará en el desarrollo de sus portes y follajes.
  • Es importante colocarles tutores y cuidarlos del ataque de las hormigas.
  • El drenaje y el riego no son menos importantes. Con sólo observar la planta podremos darnos cuenta de cuánta agua necesita.

Las plantas se han vuelto una necesidad del ser humano para proteger a las siguientes generaciones. Los árboles son los pulmones del planeta.