Texto: María Ducós – Fotos: @ximezara

El año pasado nos llegó un mail de una chica que se ofrecía a escribir en Tigris. Ximena Zaratiegui, se llamaba. Había adjuntado un par de notas, y ya se notaba que tenía pasta y buena pluma. Su IG, @ximezara terminó de confirmar que la creatividad era su mejor carta de presentación. Escribió una primera y una segunda nota en nuestra web, ambas de gran frescura y de lectura agradable. Un año después se nos ocurrió volver a contactarla, pero esta vez la entrevistada sería ella. Teníamos una vaga noción de que era una emprendedora que había abierto su camino con mucho esfuerzo y que, muy de a poco, empezaba a consolidarse en las redes, pero queríamos que nos contara su historia de primera mano. Quién es, qué hace y cómo fueron sus pasos iniciales.

“Soy una publicista apasionada, en búsqueda constante de ese `no sé qué´”. Así se define ella. Y en realidad ese `no sé qué´ es una forma de abarcar todo aquello que despierta su curiosidad y la lleva a plasmar en una foto, en un video, en un texto o en un dibujo una fracción de cómo ven sus ojos el mundo. El patrón de los azulejos de un piso, el juego de perspectivas de un edificio, una ensalada de frutas de mil colores. La inspiración es infinita pero saber encauzarla es un arte. 

Los primeros pasos como emprendedora

Durante la semana, esta ilustradora-redactora-diseñadora-artista-cocinera-fotógrafa trabaja en relación de dependencia en el departamento de Publicidad de una empresa con la que se identifica 100% con sus valores. Ya hace unos años, supo que ir construyendo de a poco su perfil emprendedor en redes sociales, sería el trampolín para explotar su talento. “Simplemente era yo misma, y subía contenido acorde a mis pasiones, alguna que otra receta, fotos, tips de mis viajes, historias, videos artísticos, DIY de manualidades, notas de blog”. 

No esperaba respuesta y, sin embargo, las devoluciones empezaron a llegar y a sorprenderla. Se repetían dos palabras que serían su norte: inspiración y creatividad. Y entonces empezó a tallar su nuevo perfil profesional, a la vez que se reencontraba con su mejor versión, con la más auténtica, con la que se siente más cómoda: emprendedora, artista, creativa, soñadora, colorida. “Poco a poco encontré mi propósito: inspirar a las personas y ayudarlas a ser más creativa. Invitarlas a ser más curiosas, a encontrarse con su propia magia”, cuenta. 

La inspiración que llega cuando nadie la llama

Vivir de la creatividad tiene su vértigo. Es un intangible difícil de manejar, y las más de las veces, no podemos controlar cuándo llega y cuándo se va. Por eso, Xime no se puede dar el lujo de que toque la puerta y la encuentre fuera del ring. Para eso, el ejercicio consiste en estar siempre y en todo lugar con la atención a mano. Observar, anotar, sacar fotos de algo inspirador, leer. Todo puede ser un disparador para un gran contenido. 

“El 99% de las veces intento bochar mis ideas locas. Pero si esa idea es fuerte, tiene el envión suficiente como para que se vaya moldeando y materializando. Lo importante es no dejarla ir del todo, y trabajarla, tallarla, darle forma. Y ahí, mientras se impregna de recuerdos y conocimientos aprendidos, llega algo nuevo. Algo que no conocíamos y toma la forma de receta, historia, canción, meme. Un nuevo mundo”, sintetiza.

El clic para pasar de una cuenta personal a inspiracional se fue dando solo. No podría marcar un quiebre de cuándo sucedió, pero sí se propuso en todo momento ser muy auténtica en este paso. Primero trató de dejar de lado lo que pensaran los demás y se concentró en hacer de su pasión, su trabajo. Desde una ilustración, hasta una foto o una nota en una revista, su perfil se fue construyendo en su marca personal. 

Aclara que la palabra “rutina” es casi un insulto para un perfil creativo, pero sabe que escaparle no sirve de nada. Lo valioso es hacerle frente y sacarle provecho. Desafiarla. Y, aunque parezca paradójico, es ahí donde surgen las mejores ideas: en el bondi, en la calle, en el laburo, cuando corre. Cualquier cosa puede disparar una idea. ¿Un cable a tierra? hacer cosas con las manos podría ser un cable a tierra: pintura, arcilla, collages. 

“Las personas y sus diversas personalidades me nutren, me inspiran. Aprendo todo el tiempo de ellas y de mi entorno, los estímulos y la naturaleza. ¿Me sostienen? Mis amigos, mi familia. Mi melliza, mi otra mitad. Mi papá desde el cielo y mi mamá desde la tierra”, cuenta Xime, intentando hacer un paneo de toda esa gente que ayudó a ser quien es hoy. 

Lo que se viene

“Un corazón inquieto y creativo tiene siempre proyectos en mente” dice. Y en su caso, deja traslucir que le gustaría estudiar tres carreras, Psicología, Diseño Gráfico y Gastronomía. Pero por ahora se concentra en el mediano plazo de su marca. Sabe que su camino está en enseñar a otros a desarrollar la creatividad, y por eso está leyendo tanto sobre este tema. Porque la creatividad abre puertas inimaginables y toca fibras profundas. Para terminar, nos regala dos ejercicios para poner en remojo nuestro costado más creativo:

1- ¿Y si?… 

Muchos de los bloqueos creativos vienen dados por preconceptos y conocimientos estructurados. ¿Y si salimos de ahí? ¿Y si nos preguntamos qué pasaría si las cosas no fueran como son? Y si la lluvia tuviese olor, ¿cuál sería? Y si los perros

hablaran ¿qué es lo primero que dirían? Y si las nubes tuvieran sabor ¿cómo sería? Salir de lo convencional y preguntarse cómo sería ese universo distinto, ejercita la imaginación, quita límites y preconceptos, nos lleva a lugares de nuestra imaginación que ni siquiera sabíamos que existían.

  1. Micro-relato loco 

Elegí tres palabras, pueden ser distintas entre sí, un nombre, un objeto y un apodo. Las tres primeras palabras que se te vengan a la cabeza. Ahora, armar una historia dramática, o romántica con esas tres palabras. Pueden salir resultados increíblemente creativos de una historia de amor que contenga las palabras lápiz, cirujano, aerosilla o gato, teatro, colectivero. Sacar palabras de contexto y obligarlas a que cuenten una historia de determinadas características, abren espectros y posibilidades enormes.